SINOPSIS: Jean Pierre Dumond es un hombre maniático y perfeccionista, vive solo y se dedica cada noche a

recoger los mensajes que llegan a su desván dentro de botellas de dieferentes tamaños y colores.

Dumond se encarga de entregárselas a Gastón, su amigo y compañero alado,

para que este las deje en el alféizar de la ventana de su destinatario.

Dumond es feliz en su rutina diaria, pero un día llega una botella sin mensaje, un mensaje sin botella...

 

En esta ocasión Caramuxo Teatro presenta un espectáculo que habla de la relaciones entre

dos personas bien distintas que tendrán que buscar un punto en común para entenderse.

Una propuesta emotiva, visual y poética que mezcla una realidad imaginaria en un mundo diferente.

 

PUESTA EN ESCENA: La paleta de colores está formada por tonos cálidos, presentes en la luz, la escenografía

y por supuesto, en el vestuario. Toda la obra respira un aire retro muy similar (ahora que lo veo y transcurridos unos años)

 a lo que podemos ver en las películas de Wes Anderson.

Como referencias estéticas todo el equipo creativo partió del concepto de kitsch francés, envejecido y desaliñado,

presente en filmes como "París París", "Amelie" o "Chocolat".

 

VESTUARIO:

Para Jean Pierre elegí un estilismo muy correcto, propio de su personalidad gris y cuadriculada, sin estridencias.

Camisa beige y pantalón de pinzas color pardo, botas de serraje desgastadas, tirantes y boina de cheviot como buen francés.

Vive solo, con lo cual es un poco tímido y bohemio. Para intensificar estas cualidades

añadí unas gafas de carey y un pañuelo del que no se separa en toda la historia.  

 

Ella llega como un torbellino a la vida de Jean Pierre, sin avisar y recién bajada de su avioneta.

No se quita ni las gafas para presentarse. viste falda de lana color caldero con pliegues encontrados,

blusa cuello bebé y manga farol, cinturón de cuero, medias caladas y unos bonitos zapatos picados multicolor.

Irrumpe en escena con sus casquete de aviador y los mitones de cuero rojo puestos. 

​